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Un Año Jubilar distinto

SEPTIEMBRE 2015

“El perdón de Dios no se le puede negar a nadie, y menos al que esté arrepentido. Sobre todo cuando, con corazón sincero, se acerca al sacramento de la reconciliación. También por este motivo he decidido conceder a todos los sacerdotes para el Año Jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón". Así lo manifestó el Papa Francisco en una carta dirigida a Salvatore Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización y responsable de las actividades del Año Santo. Para la doctrina católica, el aborto fue siempre un pecado grave cuyo castigo es la excomunión. Quien incurre en este pecado, carga con una culpa moral porque está cometiendo un delito. Desde la Iglesia Católica, un sacerdote solo puede perdonar este pecado por orden de un Obispo o del jefe máximo de la propia Iglesia. El debate moral y ético sobre el aborto se viene dando en distintos ámbitos desde hace varios años, aunque la postura de la Iglesia, inflexible y fundamentada en el evangelio, ha sido hasta ahora muy clara: es un pecado de suma gravedad. Hace unos días atrás, el Papa Francisco dio el primer paso con esta carta, una manifestación importante y que dejará un precedente para la sociedad en su conjunto a lo largo del tiempo. Tal vez el Santo Padre no dejó ver una clara intención de revertir la oposición que tiene la Iglesia con respecto al aborto, pero sí dio una muestra de flexibilidad ante un tema que se encuentra presente, que sin dudas, no es ni será jamás una práctica sana pero que existe en el seno de la sociedad y que no podemos mirar al costado. Tomar conciencia antes de cometer un "acto criminal", tal como se lo cataloga al aborto, sería el modelo ideal, pero contener a las mujeres que lo han cometido y que cargan con esta herida en el alma, es un acto de grandeza. Tal vez esta apertura al perdón por parte de la Iglesia, ayude a concientizar sobre este flagelo porque lo más importante es que quienes hayan abortado por decisión propia, van a poder hablar sobre el tema en el seno de la Iglesia. Este gesto del Papa Francisco, como tantos otros impensados y positivos, muestra la grandeza y la apertura a temas tabúes del hombre que lidera una de las religiones más practicadas por la humanidad. El está dispuesto, no sólo a recoger como los pastores a aquellos fieles que se fueron por el camino como ovejas perdidas, sino a acompañar desde adentro los tiempos que hoy vivimos. La apuesta del Santo Padre fue más fuerte aún. En su carta incluye a la Hermandad Sacerdotal San Pío X compuesta por sacerdotes católicos tradicionalistas de todo el mundo. Estos sacerdotes reconocen la autoridad del Papa pero se mantienen reacios a la recepción de la doctrina del Concilio Vaticano II, son tradicionalistas y no comparten que la iglesia deba abrir el juego a temas como el aborto, entre tantos otros.

Así el Santo Padre abre las puertas del perdón en el Año Jubilar, el perdón a quienes por razones que no tienen justificativo, han interrumpido una vida con la práctica del aborto. . Se debe entender al Año Jubilar como el año de la "reivindicación de los valores", los que están perdidos y que tanto nos cuesta recuperar. Celebramos y aplaudimos esta decisión del Papa Francisco, conociendo su buen corazón y su capacidad para tender siempre una mano a quienes la necesitan. Que este puntapié sea el comienzo para abrir un sano y constructivo debate en toda la sociedad sobre este tema.

Llora la Pachamama

AGOSTO 2015

Agosto es el mes de madre tierra, de "la Pachamama". Su fiesta es Alegría y con ella llega la abundancia pues la "Pacha" es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad. En la tradición incaica es la deidad de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el Estado Andino. Es la más popular de las creencias mitológicas del ámbito incaico que aún sobrevive con fuerza en las provincias del noroeste argentino. Pero para los residentes que vivimos en Buenos Aires, este no fue un mes de alegría. La madre tierra parece estar enojada. El mes dio inicio con precipitaciones intensas e incesantes dejando lugares inundados y anegados, casas repletas de agua y vecinos que perdieron sus pertenencias en medio de un verdadero río que pasaba por la puerta de sus casas. Lágrimas, tristeza y pérdidas. Al cierre de nuestra edición, la Directora de Emergencias Sanitarias de la provincia de Buenos Aires, confirmaba que aproximadamente 30.000 personas se veían afectadas por las inundaciones en territorio bonaerense. La sensación de soledad y de quedarse sin nada invade a las personas que hoy están pasando por esta desgracia. Es la naturaleza, no se puede parar el agua, sólo rezar y pedir al cielo que deje de llorar. Algunos van volviendo a sus casas a medida que el agua baja, otros ni siquiera se fueron; quieren permanecer anclados en sus viviendas por miedo a perderlo todo.

La imagen es triste, muy triste. De a ratos la lluvia parece dar tregua pero el estado de alerta en algunas zonas continúa. La preocupación y la alarma no cesan. Bomberos voluntarios, Gobierno, vecinos, todos trabajan sin parar para contener a la gente. Es importante informarse sobre la ayuda que el Estado dispondrá para salir de esta angustia. A medida que el agua baje, habrá que comenzar a reconstruir y a levantar todo.

Desde el Gobierno de la provincia de Buenos Aires se anunció que se eximirá del pago del impuesto inmobiliario urbano y rural a los afectados por las inundaciones en el territorio. La medida operará de oficio, es decir, sin necesidad de que quien haya resultado afectado deba realizar algún tipo de trámite. Además, se puso en marcha una línea de crédito especial del Banco Provincia destinada a familias y a comerciantes para la reconstrucción de hogares y para el reequipamiento de comercios. Los vecinos también se movilizan. La Argentina más linda es la ARGENTINA SOLIDARIA. En distintos puntos se reciben donaciones y la cantidad inmensa de ropa, colchones, comida y artículos de limpieza que se recolecta es impresionante; la gente da todo para ayudar a un hermano argentino en tragedia. La generosa, desinteresada y cada vez más creciente solidaridad de argentinos de todos los lugares, es sin distinción de credos, ideologías políticas y clases sociales.

"Una mano lava la otra y las dos lavan la cara" y si de solidaridad se trata, los argentinos estamos unidos. Se declaró la "emergencia hídrica", esto implica un esfuerzo conjunto de todos los actores sociales ; instituciones públicas, privadas, productores y población en general, donde cada uno desde el lugar que ocupa y las posibilidades que tiene, debe colaborar activamente en el uso responsable y solidario del agua potable, es decir, el cuidado del recurso hídrico, evitando el derroche y la contaminación del mismo, a fin de que el agua disponible sea suficiente para satisfacer todas las necesidades de la gente perjudicada con este temporal. El deseo de todos es que el agua cese y para esto, una vez más, le pedimos a nuestra querida Pachamama que deje de llorar.

DIARIO LA VOZ DEL NOROESTE

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